Shane Baxter es un chico malo de verdad, sexy y enigmático. Bax procede de los bajos fondos de La Punta y ha sido ladrón y matón. Pero recién salido de la cárcel busca respuestas, sin embargo, no contaba con la aparición de un nuevo personaje en escena: una chica inocente que se empeña en interponerse en su camino. Dovie Pryce sabe muy bien lo que es tener una vida dura y nunca se imaginó que un tipo como Bax le ayudaría y peor aún, que despertara en ella sentimientos que no creía poder albergar por alguien como él.

El new adult es un género (¿podemos llamarlo así?) que no me desagrada pero sinceramente, me cuesta encontrar novelas que me gusten. Sin ir muy lejos, la que nos ocupa ha sido un gran fiasco.

En el lado positivo tenemos: el estilo narrativo de la autora, simple y bastante ágil lo que facilita la lectura enormemente.

Y en el lado negativo todo lo demás, que no es poco. La autora con Mejor cuando es rebelde intentaba presentar una historia compuesta no solo por un romance sino complementada por una trama de suspense, genial planteamiento que se va al traste por la considerable falta de equilibrio y sobre todo, por un trabajo deficiente a la hora de desarrollar ambas tramas. Para empezar, el romance no me convence, es tan previsible y falto de fuerza que no alcanza un mínimo deseable. Y luego llegamos al hilo de suspense, una idea estupenda que no cuaja para nada por estar mal presentada y peor llevada, al final queda totalmente desaprovechada. Y no puedo dejar de mencionar los personajes, Crownover tira de tantos tópicos para construirlos que pueden provocar hartazgo en el lector –a mí me ha sucedido– y entre ellos se produce una interacción tan típica de chico malo conoce chica buena e inocente, que al final parecía que lo que me contaba ya lo había visto antes.

En Mejor cuando es rebelde he visto buenas ideas pero mal ejecutadas. En pocas palabras: una novela de consumo rápido para un público no demasiado exigente.