14/3/17

Crónica: Presentación de Rojo y oro de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

El pasado 11 de marzo tuvo lugar en Barcelona la presentación de Rojo y oro escrita por Iria G. Parente y Selene M. Pascual. Como suelo hacer siempre, a continuación hallaréis las respuestas más interesantes.

Como es costumbre en ellas, se reparten los personajes a la hora de escribir y en esta ocasión Selene se encargaba de llevar a Orión e Iria a Asteria, en cuanto a los Cantos, ambas se encargaban de ellos. Para la ambientación se inspiraron en el imperio romano y en la mitología griega, pues ambas son entusiastas de la cultura clásica. Asimismo, dijeron que no tienen pensado escribir sobre otras mitologías a lo que Selene añadió “eso ya lo hace Rick Riordan y muy bien” (estoy de acuerdo). Y sobre una posible segunda entrega, queda totalmente descartada pues el final es cerrado y los protagonistas no dan para más y no tienen pensado contar la historia de otros personajes.

Una de las preguntas que más se hace en sus presentaciones es cuánto tiempo tardaron en escribir la novela. Nos comentaros que una vez planteados los capítulos y armados los diálogos, tan solo tardaron 21 días en escribir Rojo y oro.

La novela que nos ocupa cuenta con una edición muy cuidada y con el añadido de contener un buen puñado de ilustraciones. Fue idea de la editorial añadirlas e Iria pensó enseguida en el trabajo de Mar del Valle y en cómo éste encajaba a la perfección con el estilo del libro y finalmente, se convirtió en la ilustradora de la historia. Como apunte personal, las ilustraciones son un buen complemento a parte de ser geniales.

Para finalizar, uno de los detalles más notables del texto es el uso del femenino género cuando el personaje de Asteria habla. Las autoras argumentaron que se debe a que el mundo de Asteria está formado por y para mujeres, así que lo lógico es que el masculino no se use. Ese tema se les ocurrió cuando ya estaba en las últimas galeradas la novela y temieron que desde la editorial no aceptaran el cambio por ser demasiado tarde.

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